ESLOVENIA

Se nota que anochece antes por estas latitudes, son las 7.30 y llegamos ya de noche. El  paisaje ha sido alucinante, todo bosque , todo verde…Hay poca gente por la calle pero no da sensación de peligro. El albergue no está lejos, dejamos la mochila y nos bajamos hacia el centro, alrededor del río. Cuando llegamos nos sorprende que hay música en directo por las terrazas que están abarrotadas de gente. Cenamos en una de las terrazas y cenamos gulasch y jabalí, qué bueno!!! Qué estampa más romántica… Decidimos que por la mañana iremos a BLed, un pueblecito al pie de los Alpes Julianos.  Cogemos el autobús y aunque no está lejos paramos mucho y al final tardamos una hora y media. El paisaje va cambiando, Bled es idílico. Alquilamos unas bicis y rodeamos el lago haciendo fotos cada cinco minutos.  Hacía tan bueno que estábamos en manga corta!Visitamos el pueblo, se acerca al estilo suizo o tirolés con las flores por las ventanas… nos tomamos una cervezota en una terraza muy agradable y de ahí fuimos al lago a hacer un picnic.  No encontramos un nivel de vida muy diferente al que hay aquí. Volvimos a Ljubljana a verla de día. No es muy grande y me chocó  lo que anda la gente en la calle, hay mucho universitario y mucha vida en la ciudad. Subimos a ver el castillo y después nos acercamos al barrio medieval donde la gente tiene unos huertos en mitad del centro alucinantes. Tuvimos que esperar en el albergue hasta la una de la mañana que salía el tren. Qué paliza de viaje, en cinco horas nos pidieron el passport!!!!!! Nueve veces!! Dormimos poquísimo claro, pero ya estábamos en Budapest.